FIESTA DE NUESTRA SEÑORA DE CHIQUINQUIRA 9 DE JULIO DE 2021
El 9 de julio se celebra la Fiesta de Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá, que fue proclamada por el Papa Pío VII, en 1829, como Patrona de Colombia otorgándole su propia fiesta litúrgica. En 1919 fue coronada canónicamente luego que el Papa Pío X firmara el decreto.
El lienzo pertenece al arte colonial colombiano más antiguo y es una manta de algodón de más de un metro, en un marco con placas del escudo nacional, las diócesis del país y de los padres dominicos.
La palabra Chiquinquirá significa lugar de nieblas y pantanos. Esta ciudad se ubica en el departamento de Boyacá en la región andina del país a más de dos mil metros de altura.
San Juan XXIII y San Juan Pablo II tuvieron una especial cercanía a esta advocación. San Juan XXIII, por ejemplo, con la intención de pedir por la buena realización del Concilio Vaticano II, en 1960 ofrendó, por medio del Nuncio en el país, un llamado “cirio de purificación” para ser encendido frente a la imagen mariana.
En 1986, San Juan Pablo II visitó la Basílica y consagró Colombia a la Virgen María, pidiendo que conceda “el don inestimable de la paz, la superación de todos los odios y rencores, la reconciliación de todos los hermanos, que cese la violencia y la guerrilla. Que progrese y se consolide el diálogo y se inaugure una convivencia pacífica. Que se abran nuevos caminos de justicia y de prosperidad”.
ORACION A NUESTRA SEÑORA DE CHIQUINQUIRA
Oh incomparable Señora del Rosario de Chiquinquirá!
Madre de Dios, Reina de los ángeles,
abogada de los pecadores,
refugio y consuelo de los afligidos y atribulados.
Virgen Santísima, llena de poder y de bondad,
lanza sobre nosotros una mirada favorable
para que seamos socorridos por Ti
en todas las necesidades en que nos encontramos.
Acuérdate, ¡Oh clementísima Señora del Rosario!,
que nunca se oyó decir que alguien que haya recurrido a Ti,
invocado tu Santísimo nombre,
e implorado tu singular protección,
fuese por ti abandonado.
Animados con esta confianza, a ti recurrimos.
Te tomamos desde hoy y para siempre por Madre nuestra,
nuestra protectora, consuelo y guía,
esperanza y luz en la hora de la muerte.
Líbranos de todo aquello que pueda ofenderte
y a Tu Santísimo Hijo, Jesús.
Presérvanos de todos los peligros del alma y del cuerpo;
dirígenos en todos los negocios espirituales y temporales;
líbranos de la tentación del demonio,
para que andando por el camino de la virtud,
podamos un día verte y amarte en la eterna gloria,
por todos los siglos de los siglos…….Amén.