FIESTA DEL SAGRADO CORAZON DE JESUS
Hace 119 años, Colombia fué consagrada al Sagrado Corazón, dicha consagración realizada en 1.902, atrajo para nuestra Patria un tiempo de paz y prosperidad, hoy cuando celebramos esta fiesta tan solemne, es una ocasión propicia para renovar la consagracion personal y comunitaria al Sagrado Corazón, de quien sigue llegando para todos el perdón, la misericordia y la Paz.
Suplicamos para nuesta Patria de Colombia, el don de encontrar los caminos que nos conduzcan a la Paz y la Reconciliación; a la superación de la multiples formas de violencia e injusticia e inequidad.
En este dia suplicamos la bendición abundante para nuestras familias, instituciones, empresas, para los gobernantes, lideres y todos los que trabajan por alcanzar la paz y el desarrollo con justicia.
En la Solemnidad del Sagrado Corazón de Jesús, el Papa Francisco invitó a pedir al Señor “que haga nuestros corazones semejantes al suyo: humildes, misericordiosos y perseverantes en el amor, en la oración y en las buenas obras”.
Así lo dijo el Santo Padre este 9 de junio durante algunos de los saludos a los fieles presentes en la Audiencia General tras los tradicionales resúmenes de su catequesis en diferentes idiomas.
De este modo, el Pontífice recordó que el viernes 11 de junio la Iglesia Católica universal celebrará la Solemnidad del Sagrado Corazón de Jesús por lo que exhortó “pidamos al Señor que haga latir nuestro corazón con el suyo: que lo purifique de todo lo terrenal, de todo lo que es orgullo y desorden, de todo lo que es insensible; que lo llene de Él, para que en su amor y en el temor a Él nuestro corazón encuentre la paz”.
Además, el Santo Padre mencionó, como lo había hecho la semana pasada, que este mes de junio está dedicado al Sagrado Corazón por lo que “podemos experimentar en la oración la invitación a acudir a Jesús, llevando nuestros cansancios y dificultades, para encontrar descanso y así aprender de Él, que es “manso y humilde de corazón” como Jesús lo dijo en el capítulo 11 del Evangelio de San Mateo.
Sobre la Solemnidad del Sagrado Corazón de Jesús que se celebra el viernes posterior al domingo de Corpus Christi, el Pontífice destacó que en el Corazón de Jesús se encuentra “el amor de Dios que se dio a conocer a toda la humanidad”.
“Los invito a cada uno de ustedes a mirar con confianza al Sagrado Corazón de Jesús y a repetir con frecuencia, especialmente durante este mes de junio: Jesús, manso y humilde de corazón, transforma nuestros corazones y enséñanos a amar a Dios y al prójimo con generosidad”, añadió el Papa.
Por último, el Santo Padre subrayó que en la próxima Solemnidad de este año se cumplirá el centenario del aniversario de la consagración del pueblo polaco al Sagrado Corazón de Jesús por lo que los obispos de este país renovarán solemnemente este acontecimiento y exhortó a los fieles polacos “para que, impregnados del amor divino, trabajen por la construcción de la civilización del amor”.
Oración de la Renovación de la Consagración de Colombia al Sagrado Corazón de Jesús
Señor Jesucristo, Redentor del género humano, Sacerdote eterno y Rey del Universo: nos dirigimos a tu Sacratísimo Corazón con humildad y confianza, con reverencia y esperanza, con profundo deseo de darte gloria, honor y alabanza. Señor Jesucristo, Salvador del mundo, al cumplirse un aniversario más de la consagración de Colombia tu Sagrado Corazón, los fieles católicos volvemos a postrarnos en este lugar donde se levanta este trono de tus bondades, para expresar nuestra inmensa gratitud por los bienes innumerables que has derramado sobre este pueblo de tu herencia y de tus predilecciones.
Señor Jesucristo, Hijo de Dios Vivo, te alabamos por el amor que has revelado a través de tu Sagrado Corazón, el cual, traspasado por nosotros, es fuente de nuestra alegría y manantial del que brota la vida eterna. Reunidos en tu Nombre, que está por encima de cualquier otro nombre, renovamos la consagración que fue hecha aquí hace ciento diecinueve años a tu Sacratísimo Corazón, en el cual habita la plenitud de la verdad y la caridad.
Al renovar la consagración de Colombia, los fieles católicos expresamos nuestro ferviente deseo de corresponder con amor a la rica efusión de tu misericordia, impulsando, en comunión con toda la Iglesia, una nueva etapa evangelizadora marcada por la alegría del Evangelio. Cuando la Iglesia nos llama por la voz del Sucesor de Pedro a impulsar una nueva evangelización, concédenos salir valerosos al encuentro de las heridas de nuestros contemporáneos para llevar a todos el bálsamo de la misericordia que brota de tu Corazón traspasado. Que a todos anunciemos con mansedumbre y humildad: ¡sus heridas nos han curado! Venga, pues, a nosotros Vuestro Santísimo Reino, que es Reino de justicia y de amor.
Reinad en los corazones de los hombres, en el seno de los hogares,
en la inteligencia de los sabios, en las aulas de las ciencias y de las letras, y en nuestras leyes e instituciones. Concédenos permanecer siempre junto a María,
Madre tuya y Madre nuestra, como en la víspera de Pentecostés, para que el Espíritu Santo produzca un profundo rejuvenecimiento de la fe en Colombia. Que nuestro pueblo, tierra de María, sepa recibir y custodiar los frutos santos de su herencia católica para que pueda hacerlos crecer afrontando con valentía los retos evangelizadores del presente y del futuro. Líbranos del maligno y llévanos a participar en la victoria de tu Sagrado Corazón. Que, al consagraros nuestra vida, merezcamos recibir como premio de ella el morir en la seguridad de vuestro amor y en el regalado seno de vuestro Corazón adorable.
¡Que todos proclamemos y demos gloria a Ti, al Padre y al Espíritu Santo, único Dios que vive y reina por los siglos de los siglos! Amén.
Oración al Sagrado Corazón de Jesús para una grave necesidad
Oh Divino Jesús que dijiste: "Pedid y recibiréis; buscad y encontraréis; llamad y se os abrirá; porque todo el que pide recibe, y el que busca encuentra, y a quien llama se le abre". Mírame postrado a tus plantas suplicándote me concedas una audiencia. Tus palabras me infunden confianza, sobre todo ahora que necesito que me hagas un favor: (se pide con mucha humildad lo que se necesita).
¿A quién he de pedir, sino a Ti, cuyo Corazón es un manantial inagotable de todas las gracias y dones? ¿Dónde he de buscar sino en el tesoro de tu corazón, que contiene todas las riquezas de la clemencia y generosidad divinas? ¿A dónde he de llamar sino a la puerta de ese Corazón Sagrado, a través del cual Dios viene a nosotros, y por medio del cual vamos a Dios? A Ti acudimos, oh Corazón de Jesús, porque en Ti encontramos consuelo, cuando afligidos y perseguidos pedimos protección; cuando abrumados por el peso de nuestra cruz, buscamos ayuda; cuando la angustia, la enfermedad, la pobreza o el fracaso nos impulsan a buscar una fuerza superior a las fuerzas humanas. Creo firmemente que puedes concederme la gracia que imploro, porque tu Misericordia no tiene límites y confío en que tu Corazón compasivo encontrará en mis miserias, en mis tribulaciones y en mis angustias, un motivo más para oír mi petición.
Quiero que mi corazón esté lleno de la confianza con que oró el centurión romano en favor de su criado; de la confianza con que oraron las hermanas de Lázaro, los leprosos, los ciegos, los paralíticos que se acercaban a Ti porque sabían que tus oídos y tu Corazón estaban siempre abiertos para oír y remediar sus males. Sin embargo... dejo en tus manos mi petición, sabiendo que Tú sabes las cosas mejor que yo; y que, si no me concedes esta gracia que te pido, sí me darás en cambio otra que mucho necesita mi alma; y me concederás mirar las cosas, mi situación, mis problemas, mi vida entera, desde otro ángulo, con más espíritu de fe. Cualquiera que sea tu decisión, nunca dejaré de amarte, adorarte y servirte, oh buen Jesús. Acepta este acto mío de perfecta adoración y sumisión a lo que decrete tu Corazón misericordioso. Amén.
Al concluir se reza: "Padre Nuestro, Ave María y Gloria". Después, se repite 3 veces: "Sagrado Corazón de Jesús, en Vos confío".